DATOS PERSONALES

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* Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires

jueves, 12 de agosto de 2010

NOTA DE LA SEMANA

CORRUPCIÓN, INFLACIÓN, CONSUMISMO: EL MODELO PRODUCTIVO K

Cuando el oficialismo kirchnerista sostiene que quienes hemos denunciado la existencia de una embajada paralela encargada de los negocios turbios entre el gobierno argentino y el venezolano trabajamos contra los intereses productivos del país deja claras dos cosas. La primera es que el kirchnerismo ha entrado en su etapa agónica y es incapaz de dar una explicación convincente a sus innumerables actos de corrupción. Por eso es que un gobierno que se había mostrado “con las manos limpias” al inicio de su gestión se da hoy por conforme con ensuciar a la oposición en la esperanza de que fructifique la consigna “son todos iguales” y terminen, denunciadores y denunciados, en un mismo lodo, todos manoseados. La segunda conclusión es aún más grave: si quienes denuncian la corrupción gubernamental son enemigos del modelo K de desarrollo productivo, habrá entonces que concluir que la corrupción es un elemento esencial de ese modelo, y que cuando el kirchnerismo propone plebiscitarlo repetidamente es porque busca la legitimación de la corrupción como paradigma de desarrollo económico-social.
Nada demasiado original, después de todo, desde que la oposición que denuncia el aumento escandaloso de la inflación y propone reducirla a un dígito con el objeto de que los beneficios del crecimiento lleguen también a los asalariados y los jubilados es descalificada además por estar supuestamente a favor de un “enfriamiento” de la economía. También aquí la simple lógica aristotélica es reveladora, ya que si criticar la inflación es considerado por el kirchnerismo un acto de oposición al modelo productivo K, resulta entonces claro que también la inflación es un elemento esencial de ese modelo.
Menos claro es por qué y de qué manera la inflación y la corrupción, dos factores que en todas partes son considerados como enemigos mortales del desarrollo sustentable y de la redistribución de la riqueza, operan en la Argentina, según la tesis kirchnerista, de manera exactamente inversa que en el resto el mundo; cosa tan extraña y desopilante como si los objetos cayesen en nuestro país de abajo hacia arriba y los ríos corrieran hacia la montaña desde el mar.
Tampoco es claro el motivo por el cual se insiste en denominar “modelo productivo” e insistir en su origen en la matriz desarrollista a un conjunto de medidas desordenadas, cortoplacistas y coyunturales que después de ocho años de oportunidades inéditas nos están dejando un perfil productivo y social con sus rémoras intactas, sumadas a una infraestructura desfalleciente que -como ocurre con la educación- sólo ha sido aumentada en términos presupuestarios. Para no mencionar que el auge de las ventas de electrodomésticos en cincuenta cuotas, patético intento de reemplazar el voto licuadora por el voto LCD, no corresponde a un modelo productivo sino a un modelo consumista, típico del cortoplacismo irresponsable que caracterizó esa década que este mismo gobierno demoniza con el fundamentalismo característico de los conversos.
Corrupción, inflación y consumismo son, en Argentina como en todos lados, tres de los principales obstáculos al desarrollo y la prosperidad. Siete años de crecimiento basados en ellos han dejado a un tercio de la población en la pobreza y al país tan subdesarrollado como antes del boom de los países emergentes y del BRIC. Por eso se equivoca también el kirchnerismo cuando sostiene que quienes denuncian “no tienen propuestas”. Por el contrario, mediante nuestras denuncias -pero no sólo a través de ellas- proponemos un país sin corrupción, sin inflación ni consumismo cortoplacista porque somos conscientes de que han sido éstos los principales enemigos de un modelo de desarrollo capaz de compatibilizar el crecimiento con la modernización productiva y la justicia social.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

"La Presidenta combina belleza y elegancia. Siempre impecable, bien maquillada y vestida acorde a las últimas tendencias de la moda. Pese al fervor peronista de sus discursos, Cristina nunca pierde la línea."

Dicho esto, quien esto escribe considera que hay pocas mujeres en el país más bellas que la Presidenta y ninguna de ellas está en política. Y, lo más importante, es que sumada a su belleza posee una poderosa inteligencia y una pasión militante que la engrandecen aún más. Por eso me asusta un poco, coincidir con La Nación. Aunque, bueno, en algún momento hasta los gorilas deben rendirse a la evidencia

sara dijo...

Anónimo, si la señora quería ser modelo se hubiese anotado en la agencia de Pancho.

sara dijo...

corrupción, inflación y consumismo y la negativa constante de su existencia.Sumale clientelismo e inseguridad.Sumale una oposición que lucha por más de lo mismo.Sumale jueces bien pagados.En pocas palabras, esta es la Argentina actual.¡KK lo hizo!
Un abrazo Fernando, no cambien el rumbo,todavía queda gente honesta que pretende un país mejor.

J. Schmukler dijo...

Así que ahora la belleza física y el (dudoso) sentido de la moda son méritos de estadista. Lo de "poderosa inteligencia" me parece que es una exageración. ¿Qué méritos académicos tiene el matrimonio K? ¿Un título de grado y qué más? Y escuchando sus discursos y la pobreza de sus argumentos (y la vehemencia de sus ad hominems), me parece que la calificación cae.

Y Paula Bertol y Fernanda Reyes le pasan el trapo a la Presidenta, y las dos se dedican a la política.

La Poronga Progre dijo...

belleza y elegancia? este anonimo es de los que se garchaban a la mucama porque no se ganaba ni a la gordita de la fiesta jajajajaja

y claro, la ve a la penelope y se va en seco jajajaja

Anónimo dijo...

Un abrazo Fernando, no cambien el rumbo, sigan hacia a la deriva.
todavía queda gente honesta que pretende un país mejor, CFK es una de ellas..

J. Schmukler dijo...

CFK quiere un país mejor... para sus vecinos de Puerto Madero y Calafate.

Para los demás, destino de miseria.

Anónimo dijo...

"Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto sacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada." (Ayn Rand, La Rebelión de Atlas, 1957)

Anónimo dijo...

cfk , ni vale la pena decir nada, es un titere, una chirolita , un cero a la izquierda...

una inutil versera q lo unico q hace es cual actriz , representar el papel de presidente... ir de shopping y hablar al pedamente..

ah me olvidaba... tambien le gusta mucho chupar pijas